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#GANAMOSPUTOSGANAMOS



A Coruña, lunes 9 de abril de 2012.
La resaca de la remontada ante el Murcia el día anterior es menos intensa que en otras ocasiones, y es que se va notando ese sabor a derbi que fue creciendo a medida que pasaban los días. Había ganas de enfrentarse al eterno rival, de dar un golpe sobre la mesa del ascenso y acercarnos un poco más a ese lugar que nunca debimos dejar: LA DIVISION DE ORO.
A Coruña, sábado 14 de abril de 2012. 
Llegaba O NOSO DERBI y comenzamos a ganarlo ya el sábado, cuando miles de deportivistas abarrotamos los aledaños de Riazor para despedir a nuestros jugadores y dejarles bien claro que había en juego algo más que 3 puntos. Que los derbis no se juegan se ganan ya lo dijo Oltra: “En este tipo de partidos no te juegas 3 puntos, te juegas el honor de tu gente”. A Coruña entera lo sabía y por eso miles de deportivistas nos echamos a la calle para dejarle claro al resto de España como se vive un derbi, que pese a lo que diga la liga en la que jugamos ambos, es de primera.
A Coruña, domingo 15 de abril de 2012. 
El domingo miles de despertadores sonaban a horas intempestivas por toda la ciudad. Éramos muchos los deportivistas que poníamos rumbo al sur tras haber descansado lo que los nervios nos permitieron. Un cafelito rápido con la sonrisa de oreja a oreja, bufanda a la mochila y ya a tomar la carretera; y encontrar colas y policías en los peajes, se veía venir una gran invasión.
A Vigo llegaron deportivistas por todos los medios: buses, trenes, coches particulares, incluso alguno que otro que aprovecho las ofertas de los hoteles e hizo fin de semana en territorio enemigo.
Los que acudisteis al partido a buen seguro recordáis los problemas que tuvimos al entrar, y es que parece que algunos se vieron desbordados al ver a tanta gente, y se formaron largas colas frente a la puerta de la grada visitante que hicieron a más de uno perderse el tempranero gol de Riki.
El partido comenzó así, con muchos deportivistas aún entrando y con Riki mandando un balón al fondo de la red en el minuto 2 que trajo el éxtasis a las gradas de río bajo y alto. El Depor empezaba mandando en el campo y en la grada, los 4000 que estábamos ahí no dejamos de alentar a los nuestros ni un solo momento y desde la distancia también llegaban los ánimos de aquellos que lo vivisteis en el Bergan, en Coruña, Barcelona e incluso desde el extranjero.
La afición de Depor en Lonaidos
Buena primera parte, en la que el protagonismo se lo llevo desgraciadamente el colegiado catalán Miranda Torres que hizo permanecer en el suelo lesionado a Riki durante varios minutos, lo que sin duda desestabilizó el ritmo del partido.
Nos íbamos al descanso con un 0-1 en el marcador pero con Riki lesionado y Lassad sustituyendo al de Aranjuez.
La segunda parte comenzó como la primera, un Depor muy fuerte en ataque y lo demostró en el minuto 62 Lassad, el franco tunecino batía a Yoel tras aprovechar un buen pase de Guardado.
A los 5 minutos De Lucas marcaba el 1-2 lo que nos hizo comprobar que lo que había en las gradas celestes eran personas y no muñecos y que de vez en cuando hasta se les oye.
Los cambios realizados por Oltra (Manuel Pablo por Bruno y Borja por Valerón) desconcertaron a más de uno en la grada y dieron alas al celta que pocos minutos más tarde establecía el empate en una jugada un tanto polémica que muchos catalogan de fuera de juego, pero el gol subió al marcador asique poco se puede decir ahora.  
Lo mejor nos lo dejaban para el final, los nuestros supieron rehacerse y buscaron sin descanso la portería celtiña. Minuto 93, falta a Guardado y la afición se vuelve loca, ese balón queríamos rematarlo los más de 4000 que estábamos en la grada. El principito cuelga el balón al área, lo cabecea Colotto en el segundo palo, despeja entre el travesaño y Yoel y desde aquí la imagen que todos podemos revivir en nuestra cabeza: Borja marca un gol que desató la locura en todos y cada uno de los deportivistas, estuviesen donde estuviesen. En la imagen remata Borja sí, pero ese balón lo empujamos todos y cada uno de nosotros. 
Celebración del gol de Borja. 
Hablaros de las sensaciones que se vivieron en el estadio se me antoja difícil, es algo que cuesta explicar quizás los videos que hay por ahí os den una idea, pero creedme si os digo que los más de 1700 km que recorrimos los peñistas que nos desplazamos al estadio vigués merecieron la pena como nunca.


La fiesta en las gradas se prolongo hasta que nos desalojaron del estadio, y luego continuó por las calles de vigo en el camino a la estación o a los coches según en que hubieses venido.  
Es el principio del fin…el fin de segunda.
Oltra elevado por los deportivistas al salir del autobús de regreso a Riazor.