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#TBT4: Recuerdos del Bernabéu

RECUERDOS DEL BERNABÉU
Para un deportivista hablar del Estadio Santiago Bernabéu es hablar de un escenario en donde ha vivido lo mejor y lo peor. Ha sido escenario de varias de las grandes gestas del Deportivo, no en vano se han ganado tres de los seis títulos oficiales que tiene el club actualmente. Pero también es un escenario maldito en los enfrentamientos contra el Madrid en Liga, en donde la mayor parte de las veces hemos salido derrotados y muchas veces con un saco de goles a cuestas.
Mis recuerdos del Depor en el Bernabéu no empiezan hasta los años noventa, cuando nuestro equipo volvió a Primera, después de una larga diáspora de 18 años sin jugar en esta categoría. 
El primer recuerdo importante en el Bernabéu no puede ser otro que la final de la Copa del Rey del 24 de junio de 1994, el día de San Juan. Por la Noite de San Xoan dejamos A Coruña y sus hogueras para meternos diez horas de autobús hasta Madrid. De aquella no había autovía hasta Benavente y llegar a Madrid era casi una heroicidad. Llegamos a Madrid con un día caluroso pero bochornoso, cansados pero con los ánimos a tope. 
El Depor hizo un partidazo, pudo haber goleado a un Valencia que tenía un equipazo, con Mijatovic y Penev arriba, un mediocampo con Roberto, Fernando o Mazinho y en la parte de atrás centrales como Giner o Camarasa y con Zubi bajo palos. Pero nosotros también teníamos un equipazo. Le pegamos un baño al Valencia, ya mediada la primera parte Manjarín le robó la cartera a Giner y marcó el 1-0; y si no es por el arbitraje nefasto de García Aranda, que anuló un gol legal a Fran y no señaló un claro penalti a Fran, el partido se hubiera resuelto antes.
Con 1-0 empezó a diluviar, yo en mi vida vi caer tanto agua, y esto lo aprovechó el Valencia para igualar el partido con una falta directa de Mijatovic, que aprovechó la velocidad que le daba el agua al balón para batir a Paco Liaño. Y cayó tanta agua que hubo que suspender el partido a falta de ocho minutos.
Tuvimos que volvernos a Coruña empapados y con la incertidumbre del resultado. Los ocho minutos que quedaban se jugaron cuatro días después, con el histórico golazo de Alfredo Santaelena, que ya está en la historia del deportivismo. Por desgracia, no pude volver a vivir en directo esta gran victoria, pero sí viví in situ la celebración histórica en la Plaza de Cuatro Caminos: era el primer título oficial del Depor.
Fruto de este título de Copa vino la Supercopa de la temporada siguiente, con JB Toshack de entrenador, de infausto recuerdo. En Riazor habíamos ganado 3-0, con un encuentro que recuerdo igualado, hasta que en el minuto 54 un penalti discutible de Paco Buyo a Manjarín rompió el partido. El penalti lo transformó Donato y luego vinieron los goles de Fran y Bebeto para dejar un claro 3-0 para la vuelta en el Bernabéu.
En la vuelta recuerdo que, a pesar de la clara ventaja, hicimos un partido penoso y con 1-0 en contra las pasamos canutas. De ahí que Toshack tuviera unas declaraciones lamentables diciendo que había sentido vergüenza por ganar jugando así. Algo tendría que ver él en que jugáramos así, ¿no?. Aun así ganamos el partido 1-2, con un golazo de Txiki Begiristain, que mareó a “nuestro amigo” Cañete.
Y el tercer gran momento en el Bernabéu, y para mí el mejor, es el Centenariazo. Y por eso así se llama nuestra peña. Un día inolvidable ese 6 de marzo de 2002. Todos se habían conjurado para que el Centenario del Madrid fuera una gran celebración: se adelantó la fecha del partido ex profeso, la final se jugaba en casa del Madrid y el rival parecía un sparring fantástico para celebrar el Centenario con un título de Copa.
Pero ahí estaba nuestro Depor, capaz de lo mejor y de lo peor, para aguarle la fiesta a los merengues. Lo primero recordar que el ambiente era inmejorable, el campo lleno, unos 20.000 aficionados del Depor, muchos llegados desde Galicia, con el mérito que tiene teniendo en cuenta que era un día de diario.
Antes del partido me paseé por los aledaños del Bernabéu y ya se percibía que iba a pasar algo grande, había infinidad de deportivistas eufóricos tomando sus cervecitas como previa y no sé por qué me olí que iba a ser una gran noche.
El equipo empezó el partido enchufadísimo, tan enchufado que a los 6 minutos ya íbamos ganando, un gran gol de Sergio tras una buena combinación con Fran y Diego Tristán, que encima fue en la portería del fondo donde estábamos los deportivistas. Fue la locura, se nos ponía el partido de cara.
En la primera parte recuerdo que le pegamos un auténtico baño al Madrid, con un partidazo de Valerón, de Diego Tristán (a Fernando Hierro lo volvió loco, sólo lo podía parar con faltas) y de Fran. Y fruto de este dominio llegó el segundo gol, un jugadón de don Juan Carlos Valerón, que en un rechace le cae a Víctor, vuelve a combinar con Valerón que ahora estaba en banda y éste envía un centro medido que Tristán sólo tiene que empujar a la red. La locura colectiva en el fondo deportivista.
Con el 2-0 nos fuimos al descanso, pero yo no las tenía todas conmigo. Es esa sensación de tener la final muy cerca y el miedo de perderla cuando la tienes casi ganada; “el miedo escénico”, que decía Valdano.
Y más cuando a pocos minutos de empezar el segundo tiempo, Raúl marcaba el 2-1. Pero ahí emergió el gran Mauro Silva, que fue quien tiró del equipo para resistir el marcador a favor durante todo el segundo tiempo y también el muro de centrales que tejió Jabo con César y Naybet, que resistieron el asedio, hasta el punto que el Madrid casi no tuvo oportunidades de gol y en cambio nosotros tuvimos el 3-1, en una gran jugada de Valerón que terminó en el palo.
Con el pitido final se desató la euforia, con sorna nos pusimos a cantarle el cumpleaños feliz a los merengues mientras volaba el confeti blanquiazul a ritmo del “We are the Champions” de los Queen. Fue curioso ver el estadio casi vacío, sólo estaba lleno el fondo deportivista y no parábamos de saltar y cantar celebrando el gran triunfo.
Los malos recuerdos del Bernabéu son sobre todo en Liga, sólo ganamos últimamente 0-1 en 2004 con un gol de Luque y apenas recuerdo un empate 1-1 en 1999 con gol de Djalminha, en un tiro desde fuera del área que le dobló las manos a Iker Casillas. Últimamente jugamos un gran partido en la primera jornada de liga del 2009, en que debutaba Cristiano Ronaldo con el Madrid y que perdimos 3-2, pero con 2-2 tuvo una clarísima ocasión Valerón de marcar el tercero.
El resto de partidos se resume en muchas derrotas, algunas de ellas escandalosas como el 6-1 del 2010 o el 5-0 del año pasado.
Pero quedémonos con lo bueno, las grandes gestas que ha vivido el deportivismo en este estadio y que, pese a quien pese, convierten al Santiago Bernabéu en un campo talismán para el deportivismo.
Forza Depor!!!
Posdata: LA COPA DEL CENTENARIO SE LA GANAMOS AL MADRID!!!

Os recordamos que el próximo día 10 de diciembre coincidiendo con el partido del Real Madrid - Deportivo, realizaremos una Xuntanza Deportivista en nuestra sede de Madrid. Estáis todos los deportivistas invitados.