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#TBT17: O Bruxo

Después del parón por selecciones vuelven los #TBT, y lo hacen de una forma muy especial. Hoy os traemos un artículo distinto, hecho con mucho cariño y que esperamos que os encante. Desde A´Centenariazo queremos rendir un homenaje muy especial a uno de los mitos del Deportivismo, Don Arsenio Iglesias Pardo; y lo queremos hacer de una forma distinta. Por eso hoy vais a tener dos visiones generacionales de lo que ha significado O Bruxo para distintas hornadas de deportivistas. Por un lado vais a tener las lecciones de historia que nos deja por aquí nuestro representante de la vieja guardia Virgilio; por otro, la visión de quien sus primeros recuerdos blanquiazules son con Arsenio en el banquillo del Superdepor, dos situaciones distintas que os harán sentir identificados a más de uno.


ARSENIO VISTO POR LA “VIEJA GUARDIA”

Arsenio Iglesias, un hombre entrañable, un abuelo de todo el deportivismo, que siempre me recordará a mi padre, otro gran deportivista. Antes de nada tengo que entonar el “mea culpa”, porque en mis años mozos (soy cosecha de 1963) le critiqué en muchas ocasiones por ser demasiado conservador, demasiado “amarrón”. Pero con los años valoras el trabajo de este sabio del fútbol y su entrega al Deportivo sin ambages. Cuando las cosas iban mal dadas siempre había que recurrir al viejo raposo de Arteixo.
Un hombre generoso que agradecía a “eses rapaces que fixeron moitos kilómetros” para seguir al Depor hasta Valencia en el penúltimo partido de la temporada 1990-91 contra el Levante. Sin ganar ese partido nunca habríamos llegado al último, decisivo del ascenso contra el Murcia. Ese año Arsenio sufrió una presión enorme, se había hecho un equipo que parecía que tenía que ascender en septiembre, y esa presión le dejó tan exhausto que renunció a dirigir al equipo en la vuelta a Primera División, tras 18 años de penurias. Pero después hubo que recurrir a él de nuevo para salvar al equipo, y vaya si lo salvó!!! aunque fuera a última hora. Nunca olvidaré las lágrimas del viejo profesor al final del partido de promoción contra el Betis al lado del gran Martín Lasarte: “¡Cuanto hemos sufrido, Martín!”.
Esa filosofía tan sencilla pero tan difícil de conseguir: “orden y talento”. O esa prudencia del sabio, cuando en la temporada 1993-94, la del penalty de Djukic, un periodista le sugirió que el Depor tenía media liga ganada y él le respondió: “hay que tener mucha prudencia porque cualquier viento te acatarra”. Ese año, en un partido contra el Tenerife el equipo iba ganando cómodamente por 2-0 y estaba bordando el fútbol bailando a los chicharreros al ritmo de los olés del público, ante el disgusto de Arsenio; pero cuando nos quisimos dar cuenta nos habían empatado el partido. Arsenio se fue rápidamente del campo muy enfadado exclamando: “tanto Super y tanta hostia”.
Aquel Super Depor que dirigía con mano sabia Arsenio nos hizo disfrutar como nunca, con el mérito de que tenía sólo tres extranjeros, pero vaya extranjeros!!!: Bebeto, Mauro Silva y Djukic. Arsenio, con su modestia habitual, decía que él no hacía nada, se limitaba a  ponerlos en el campo y decirles que jugaran y disfrutaran.
En fin, un hombre al que se quiere, porque es un hombre humilde y sencillo, un paisaniño galego al que los galácticos del Madrid no le desataban ni los cordones de los zapatos. Fue una jugarreta lo que hicieron en el Madrid, proponerle entrenar a un equipo en el que no pintaba nada. Pero al menos en su historial puede presumir de haber entrenado al Real Madrid…
Y como bien dicen Os Diplomáticos de Monte Alto en su mítica Oda a Arsenio: “Non hai Depor sen Arsenio, nin Arsenio sen Deportivo”

ARSENIO VISTO POR CRISTINA ROMAY

Nacer en 1987 quizá te destine a llevar el blanquiazul dentro, al fin y al cabo algo muy importante para Riazor nació a la vez, pero sobre todo te mal acostumbra. Tus primeros recuerdos deportivistas son de un equipo que hacia magia y de un entrenador entrañable, que a algunos les recordaba a su abuelo y que marcó una época en nuestro club. 

Si me pongo a pensar, mi primer gran recuerdo es uno de los más amargos. Aquel penalti que nos costó una liga, aquellas primeras lágrimas amargas de hincha que marcan un sentimiento que nunca, nunca se va. Y pensar en aquel día es pensar en Arsenio, en esa rueda de prensa, que a los 5 años poco entendiste, pero que cuando la ves ahora descubres que aquel señor dio una lección de humildad y de sabiduría futbolística en ese momento tan duro. 

Aquel Depor que marcó una época, aquel entrenador que nos trajo nuestro primer título, ese hombre culpable en gran parte de que muchos de nosotros nos enamorásemos de unos colores y de un escudo que nos acompañarán siempre.

Video del Homenaje a Arsenio en Riazor en mayo de 2016. 
Copyright video: Real Club Deportivo de A Coruña 

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