Peña Deportivista Centenariazo

De acuerdo, se cumplió el objetivo: no descendimos a Segunda División. Pero esta plantilla “a priori” estaba confeccionada para mayores logros; por supuesto que no para entrar en Europa League, no, pero sí para no pasar apuros. La puntuación obtenida este año en otras ocasiones nos hubiera condenado al pozo: sólo hemos conseguido 36 puntos, uno más que hace dos años, que nos salvamos en el Camp Nou con un milagro mayor que éste. Únicamente se han ganado 8 partidos de 38, y sólo uno fuera de casa. Unos números paupérrimos. Todo esto son números, pero esto no es lo peor. Hay una sensación de que estos malos resultados son producto de unos jugadores que, con honrosas excepciones (y éstas tienen nombres y apellidos: Germán Lux, Laureano Sanabria, Luis Carlos Correia, Álex Bergantiños, Pedro Mosquera, Florin Andone y yo creo que ninguno más, quizás Juanfran Moreno antes de su “frustración”) no dieron la talla, no hubo la actitud necesaria para afrontar los partidos concentrado como

Bueno, ¡¡¡AL FIN SALVADOS!!! ¡¡¡Se acabó la larga agonía!!!, … y como el año pasado la salvación fue en Villarreal. Y allí estuvo A’Centenariazo, ¡¡¡cómo íbamos a faltar!!! Villarreal va a ser talismán para el deportivismo, algo así como el Bernabéu en las finales de Copa o el Barça para Alex Bergantiños. Y ya es visita obligada todos los años para A’Centenariazo; un lugar de peregrinación, al que hay que acudir si queremos seguir en Primera División. Además el trato de la gente y la afición del Villarreal no puede ser mejor, ellos se jugaban la Europa League, pero daba igual. Te decían que ojalá que ganáramos, apostaban a que nos íbamos a salvar y nos daban ánimos; y tenían más confianza en nuestro equipo que nosotros mismos, que nos fiábamos más del Éibar. Allí estábamos una buena representación de la peña, no debía de llegar a 50 la representación deportivista en el Madrigal (o la Cerámica), y 8 éramos de A’Centenariazo. Animando y sufriendo los noventa y tantos minutos, pe

Domingo 7 de mayo, aproximadamente son las 19.00 de la tarde y el Espanyol acaba de endosarnos el segundo. Otra vez la oportunidad de sellar la salvación que se va lejos de Riazor. La sombra de otra final en Villarreal acecha sobre todos y el desanimo se extiende más rápido que un meme viral protagonizado por Julio Iglesias. La segunda parte pasa entre un torbellino de emociones, ruegos por todo lo divino y humano para al menos rascar un puntito y la auto promesa de cada domingo: “La última vez que pierdo mi tiempo por ver a estos ca…”. Pero entonces, cuando el árbitro pita el final y solo tienes ganas de llorar y rabiar alguien lanza la pregunta “¿Nos vamos el Domingo a Villarreal?” y automáticamente sabes que sí, que vas a ir, que una vez más el corazón puede a la cabeza.  Que aunque nadie lo entienda (bueno, siendo sinceros a veces no lo entiendes ni tú mismo) no puedes evitarlo, una vez más te harás cientos de kilómetros de carretera, iras el lunes con la legaña y las ojeras a

Nuestro #TBT de esta semana, trata sobre algo esencial en nuestra vida: la música. Nos hemos pegado horas y horas cantando nuestros cánticos y pensando siempre en adaptar cualquier canción que nos guste para crear otros tantos. Nosotros mismos inventamos un montón, uno de los fundadores, Xandre, inventó uno espléndido. Las victorias, las derrotas, los ascensos y los descensos y por supuesto los títulos van unidos siempre de un cántico o una canción que sin duda acompañó ese momento y lo hace inolvidable e irrepetible.  A mi me vienen a la cabeza unas cuantas... el título de liga a ritmo de La Mosca Tse-Tse y su inolvidable ` Por eso yo te quiero dar ...!´ que aún cantamos hoy en día. En el Centenariazo sin duda alguna a ritmo de Los Suaves el día que `quemamos´ la capital. Y particularmente un ascenso a ritmo de Gustavo Lima (tengo que decir a mi favor que era una canción muy pegadiza) que yo y el secretario de la peña no paramos de cantar ni hasta para ir a los baños d